viernes, 30 de octubre de 2009

Un poco de historia sobre Hindú...

Hindu Club
• Fundado en 1919
• Situado en Don Torcuato- prov de Bs. As.
• Cantidad de socios 2000.


Dicen que una cosa lleva a la otra. Y así fue que, casi sin darse cuenta se fueron cimentando los primeros ladrillos de un club. Esta es la historia contada para conocer como nació el Hindú Club.
Ahora, ¿Qué tendrá que ver una obra de teatro con un club deportivo?. Pues bien, veamos. En los albores de los años 20, el paquete Colegio La Salle de Buenos Aires organizaba a fines de año obras de teatro para conmemorar y celebrar el año lectivo.
La camaradería y la buena onda de un grupo de alumnos que se presentaron con el nombre Hindustánicos -la obra era de origen Hindú- fue más allá de la actuación que ofrecieron en el Grand Splendid y decidieron crear un club deportivo que nunca podrían haber imaginado que sería a lo largo de los años tan importante en algunos aspectos.
Fieles al nombre del grupo de teatro le pusieron Hindú Club, y en una reunión celebrada en la Calle Alsina formalizaron la institución para darle un sólido empuje al sueño hecho realidad.
El vigor de los participantes en el nuevo proyecto los llevo a conseguir un terreno a préstamo en la calle Pedro Echagüe adonde construyeron una cancha de basketball en la que realizaron el primer deporte de la institución que al alcance de los años merecería reconocimientos muy importantes. Después de este hecho y gracias a la ayuda de padres y amigos, llegó la sede social, la cancha de paleta y la ansiada pileta entre otros hechos importantes.
Hechar raíces definitivamente era el lema. Por entonces en la década del 30 el tren del club estaba en plena marcha y a fines de la década conseguirían el terreno que actualmente funciona. Fue por el empeño y el entusiasmo de Francisco "Pancho" Borgonovo al que le adquirieron 83 hectáreas de su propiedad en Don Torcuato, además de la cancha de golf de los funcionarios ingleses del Ferrocarril Central Córdoba, la primera línea que adquirió el Estado Argentino en el año 1935.
Los años venideros tendrían frutos semblantes del esfuerzo aunado de los hombres de la institución, que juntos, en un objetivo común que es simplemente recrearse socialmente y practicar deportes, lograron paso a paso.


Vale mencionar algunos logros a nivel deportivo. En rugby la primera división logró el campeonato de la Unión de Rugby de Buenos Aires en 1996 y 1998 además del Nacional de Clubes en 1996.

La cantera de jugadores que fueron al Seleccionado Nacional Los Pumas es grande. Por nombrar a los Hermanos Iachetti en la década del 70 y el 80 y a los actuales experimentados Juan y Nicolás Fernández Miranda.
Todo esto y más nació simplemente con la buena onda de un grupo que hizo teatro a principios de siglo para convertir el empuje de un club en un importante escenario.

Hoy puede aparecer como intrascendente.

Habrá .Por que no? Quien lo tome como un cuento de los que nosotros, cuando chicos, leímos muchas veces despertando el siglo.

La primera guerra tocaba su fin. Muy lejos de esa Guerra entre los ocupantes del 5 ano B del Colegio La Salle, la amistad tejía su trama con muchachos que sin proponérselo, estaban echando las bases de un club.
El club es este Hindú que acaba de cumplir los primeros 70 anos de vida. Sin que entre los muchachos que se apoyo su nacimiento y consolidación, jamás se pronunciara una sola palabra de mas. Ni siquiera una palabra mas alta que la otra.

Hoy, los que quedamos de aquellos que nos propusimos no olvidar nunca y los descendientes de los que se marcharon antes -una manera de seguir estando todos- nos mostramos en este repaso iniciando una conversación fantástica con los mas jóvenes socios del Hindú.

Para que sepan que Hindú se hizo sobre la base del amor. Del compañerismo. De ideas juveniles.
Tratando de armonizar esa vida de Bs As de 1919 y esta tan febril y preocupada, tan nerviosa y competitiva de hoy, que puede tener como la de antes, un minuto para echar una mirada y conocer una trayectoria ejemplar que como la juvenilia de todos los tiempos también tuvo su recreo de desenfado, picaresca y la torpeza que enriquecen las juventudes de todo el mundo y siempre.

Todavía nos queda a nosotros -los mayores- una cuota de ese desenfado travieso para iniciarlo a la lectura de la vida, pasión y crecimiento del Hindú.

Conservamos el mismo orgullo que nos empujo al principio para hacer la obra que es de todos, para nuestra conciencia digna. Y alienta en nosotros, el respeto que fue nuestro escudo para crecer y ser mejores, cada vez mejores, sin soberbia.

Tome. Lea. Mire. Esto es Hindú...

Pancho Borgonovo

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